Un cuento

Érase una vez, una niña como todas. Simple, pero complicada a su modo, triste pero alegre en medio de su mundo. Érase esa misma vez un hombre bueno, diferente como todos, sensible como casi ninguno y tan parecido a aquella niña como nadie mas.

Supongo que la vida tiene sus propios caminos, a veces nos regala momentos para atesorar e historias para vivir hasta el cansancio, así fue como aquella niña y ese hombre se miraron de repente, un buen día sin ningún pretexto y sin mayor disculpa encontraron aquello que la gente se empeña en llamar amor. Lo tomaron para si mismos, le dieron vuelta y lo voltearon al revés hasta encontrarle formas nuevas, lindas y aterradores, construyeron su propio cuento para ver crecer un mundo particular que se empeñaron en compartir.

Las niñas son eso, niñas. Y la infanta de aquel hombre un día tuvo miedo de ser feliz, tuvo miedo de volar tan alto solo para soñar historias encantadas. Se volvió un niña grande, dejo de sentir para comenzar a pensar. No mas ensoñaciones, un simple basta fue suficiente para que la historia llegara a su fin, no mas mundos felices ni amores desvirtuados. Solo la verdad.

Y es ahora que aquel hombre vive conociendo tierras nuevas y aventuras casi mágicas, mientras aquella niña que quiso volverse mujer camina por su vida, llorando cuando llueve, estrellando vasos azules y sonriendo cuando el viento le cuenta las distantes aventuras de un tipo que sigue soñando con vivir…