Hermanos míos permitanme expresarme aunque no sea mi oportunidad de tomar la escritura y hacer llorar no la tinta en un papel, sino las teclas en una pantalla, una pantalla que sirve de testiga de mis teclazos fríos y sin animo, escriben lo que mi pensamiento dicta y lamentablemente no puedo controlar.
La tristeza es un sentimiento que se presenta cuando un suceso se nos presenta y marca indeleblemente nuestra mente y nuestra existencia, sucesos que nos permiten un estado en el que nuestro corazón se siente de gran pesadez y desanimo donde los pensamientos que perduran son los de perdida y desasociego, donde no hay espacio para la esperanza, sinon solamente de desespero y desdicha, vaya que realmente estoy deprimido...
Ahora voy a describir mi estado de animo:
Me arrepiento de lo que he debido hacer y no he hecho, de todo lo que he hecho y no debí hacer, de lo que he dicho y no debí, de lo que no dije y debí, del amor que no sentí y debí sentir, del amor que sentí y no debí, de las ocasiones en que di tiempo que no se me solicito y de no dar cuando se me solicitaba. Me arrepiento de lo que soy porque debí ser diferente, de no esforzarme lo suficiente, de vivir sin vivir, de morir sin morir y de ser poco sincero conmigo y con los demás, me arrepiento de existir puesto que no pedí nacer, pero ya que lo hice debo vivir con dignidad.
A veces siento que necesito de compañía, de alguien con quien contar, desahogarme, sentirme seguro; cuando nos sentimos desprotegidos, como cachorros que necesitan de protección y seguridad y no existe la persona que nos consuele si tenemos lágrimas en los ojos, que nos escuche cuando tenemos palabras rebosando nuestra boca, quien nos acompañe cuando estamos en soledad aun teniendo gente a nuestro lado y quien guarde silencio cuando no tenemos nada que decir, pero necesitamos sentirnos que aunque no necesitemos nada, sabemos que hay alguien a nuestro lado y nos hace sentir seguros.
No es preciso la compañía de un amigo, pues hablo de la necesidad de una mujer, una mujer que sea tierna sin ser melosa, segura de si misma sin sentrise superior, fresca sin ser niña, sincera sin ser imprudente, sencilla sin ser sumisa, inteligente sin sentirse eminente, madura sin sentirse grande, con gran lucidez y suprema sabiduría que me depoje del peso de ser el hombre fuerte y sabio.
La tristeza es un sentimiento que se presenta cuando un suceso se nos presenta y marca indeleblemente nuestra mente y nuestra existencia, sucesos que nos permiten un estado en el que nuestro corazón se siente de gran pesadez y desanimo donde los pensamientos que perduran son los de perdida y desasociego, donde no hay espacio para la esperanza, sinon solamente de desespero y desdicha, vaya que realmente estoy deprimido...
Ahora voy a describir mi estado de animo:
Me arrepiento de lo que he debido hacer y no he hecho, de todo lo que he hecho y no debí hacer, de lo que he dicho y no debí, de lo que no dije y debí, del amor que no sentí y debí sentir, del amor que sentí y no debí, de las ocasiones en que di tiempo que no se me solicito y de no dar cuando se me solicitaba. Me arrepiento de lo que soy porque debí ser diferente, de no esforzarme lo suficiente, de vivir sin vivir, de morir sin morir y de ser poco sincero conmigo y con los demás, me arrepiento de existir puesto que no pedí nacer, pero ya que lo hice debo vivir con dignidad.
A veces siento que necesito de compañía, de alguien con quien contar, desahogarme, sentirme seguro; cuando nos sentimos desprotegidos, como cachorros que necesitan de protección y seguridad y no existe la persona que nos consuele si tenemos lágrimas en los ojos, que nos escuche cuando tenemos palabras rebosando nuestra boca, quien nos acompañe cuando estamos en soledad aun teniendo gente a nuestro lado y quien guarde silencio cuando no tenemos nada que decir, pero necesitamos sentirnos que aunque no necesitemos nada, sabemos que hay alguien a nuestro lado y nos hace sentir seguros.
No es preciso la compañía de un amigo, pues hablo de la necesidad de una mujer, una mujer que sea tierna sin ser melosa, segura de si misma sin sentrise superior, fresca sin ser niña, sincera sin ser imprudente, sencilla sin ser sumisa, inteligente sin sentirse eminente, madura sin sentirse grande, con gran lucidez y suprema sabiduría que me depoje del peso de ser el hombre fuerte y sabio.
Vivo sin vivir, sobrevivo es la palabra, pienso sin pensar, divago sin volver a la realidad, me siento mecánico, iluso, "como el juguete de un extraterrestre que juega conmigo a los humanos". Parezco un titere, me dejo llevar por la existencia pero sin darle el toque de vida que caracteriza a un hombre elocuente y sabio, parece que no se me entiende, me siento incomprendido, solo, mal; la gente juzga sin conocer... Ahora bien no se me comprende pues se trivializa, se habla de vanalidades y cuando requiero hablar de filosofía, teología, de custiones intelectuales e interesantes, la gente se aburre y dice que soy diferente, pero que le vamos a hacer, solo 10 personas entendían a Eainsten (así somos los sabios, es el riesgo que debemos correr, jajajaja)
Sinceramente Mons. Flash
2 comentarios:
Estimado Varo, comprendo a la perfección la soledad que lo invade a falta y necesidad, de una compañera, sinceramente lo que pide es todo lo que cualquier hombre valiente e inteligente deseara.
Pero tengo que decirle que como lo describe, pocas damas seran así, lo e dicho anteriormente, cuando nos llega el sentimeinto de soledad y tristeza, a que mal,, nos deprimimos en verdad, pero usted tambien lo comentaba, el mejor refugio y la mejor táctica para olvidarse de esas trivialidades de la vida es alojarse en una buena lectura, en lo personal prefiero una buena musica, recordar bellos momentos para olvidar penas, y regresar a vivir algo acontesido y bello.
El descanso del cuerpo es tambien necesario, despeja nuestras mentes y nos alimenta para el dia siguiente, el reposo, con una buena pelicula, un buen libro, alguna poesía, o algo tan simple como salir a caminar y observar la luna, es alivio del corazón.
Jamas debemos pensar, lo que en algún momento fué, o pasó, porque debemos ser capaces, y pensar analíticamente la situación, no debemos dejarnos vencer por unas cuantas palabras de ajenos, o personas desiguales a nosotros.
Seamos pues correctos también, y si nos sentimos en nivel superior a los demás, aprendamos a entablar una charla deacuerdo a la persona que este frente a nosotros, tratemos de encontrar un aprendizaje en ellas, demos una enseñanza, y cuando requeramos temas especiales, o interesantes, busquemos pues aquellas personalidades de quienes podamos recibir mucho mas de lo que sabemos, debatamos conocimientos, y compartamos experiencias, hagamos ameno el momento, y jamas rebajemos a nadie, no porque lo dijera, solo por comentar,, porque alguien decía; intelectual, es aquel que
"¡sabe¡" dar una enseñanza a quien no la tiene, y comprender, compartir a los demas, asi pues no somas mas que nadie, y sabio es aquel que en un momento dado, calla, observa y procesa las cosas.
agradesco este post suyo, tan interesante, y personal, espero comprenda mi comentario, estoy a sus ordenes Mons Varo, y como usted me dictaba en una charla anterior "resignación y paciencia". un abrazo fraterno, dios lo bendiga..
Mons Flash (?)
Un poco azotadón... de esas benditas noches en las que la parca nos agarra y hasta el escrito sale salpicado. En verdad interesante su post.
Y respecto al uso de la palabra... en relalidad vamos según nos va naciendo... porque con mi poca formalidad en estod días, no ha sido tan fácil.
La parte en la que describes a la mujer, ¿no ebería ir entre comillas? ¡Hay que respetar el derecho de autor, Abel! Es que me parece haberlo oído en algún lado... no sé bien dónde.
Coincido con el abuelito en el sentido de que nuestra mente debe ser flexible. Aunque, claro, entiendo que a veces querramos alguien con quien poder estar al 100 de nuestra capacidad. Es bueno encontrar a alguien así, pero corremos el riesgo de que sea tan petulante como nosotros... jajaja
Yo no voto por la resignación ni la paciencia, con el perdón sea dicho. Yo más bien voto por una apuesta al corazón y a dejar que todo vaya fluyendo... si nada parece traer el río, tal vez sea que no hemos estado ahí lo suficiente para ver... que no..
Un abrazo fraterno.
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