La insomnia es un transtorno en los hábitos de sueño, uno no puede conciliar el sueño y simplemente se ve cansado, irritado, agotado hasta que no puede más y se va extinguiendo poco a poco. Es horrible padecerla. Aunque creo que todos nosotros la padecemos en mayor o menor grado. Y es que en la noche es cuando la magia comienza a transformarnos (lo aprendimos en el cuento de la Cenicienta) en quienes podríamos ser si nos dejáramos de complicar tanto. No sé qué serias tú, querido lector, tal vez hasta escritor podrías llegar a ser; yo no tengo planes, cada noche la vida me sorprende con una nueva máscara que me quito y una cara que descubro.
Y mi vida se sigue consumiendo...
Quisiera que este blog fuera -semana a semana- un cuarto azul donde sutilmente vayan cayendo las máscaras que nos defienden. En la vulnerabilidad aparecen ciertas riquezas que ignoramos hasta que nos vemos obligados a ser valientes frente a lo que la vida nos presenta. Dice una canción por ahí: "duele la realidad, duele" y yo digo que sin ese dolor no podríamos crecer y ser mejores.
Es de noche y no puedo dormir muy bien... no quiero estudiar, así que le di una manita de gato al lugar y puse las escobas en orden, con la firme esperanza de que ella las desparrame otra vez y tengamos algo más que contar. ¿Por qué no?
Y mi vida se sigue consumiendo...
Quisiera que este blog fuera -semana a semana- un cuarto azul donde sutilmente vayan cayendo las máscaras que nos defienden. En la vulnerabilidad aparecen ciertas riquezas que ignoramos hasta que nos vemos obligados a ser valientes frente a lo que la vida nos presenta. Dice una canción por ahí: "duele la realidad, duele" y yo digo que sin ese dolor no podríamos crecer y ser mejores.
Es de noche y no puedo dormir muy bien... no quiero estudiar, así que le di una manita de gato al lugar y puse las escobas en orden, con la firme esperanza de que ella las desparrame otra vez y tengamos algo más que contar. ¿Por qué no?